Crónica masacrítica de febrero

La septuagésima bicicrítica alcalaína ha tenido lugar este miércoles 26 de febrero. Tras media hora de espera había congregados cuarenta y tantos biciclistas en la plaza de los Santos Niños. Se observan algunas caras nuevas, especialmente las de estudiantes y de otros nueve compañer@s encaminad@s a golpe de pedal desde Guadalajara y Azuqueca de Henares durante las horas previas al evento.  

El pelotón mantiene similar número de participantes que en la pasada marcha de enero, abandona la zona centro por la calle Azucena y se dirige hacia la rotonda de la plaza de la Juventud.
Toca el turno de espera en uno de los primeros semáforos en la avenida de Juan de Austria, en donde aprovechamos para alzar una ola bicicletera.

La alegría entre las piernas continúa por los barrios de la estación, el campo del Ángel y el Chorrillo, encontramos más viandantes de lo que acostumbra en el frío de la noche...como expresó Victor Hugo hace dos siglos: la sonrisa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano. Al contagio entre peatones y ciclistas se unen también las bocinas de numerosos conductores, ninguno de ell@s parece tener la prisa por ir a ver el partido de balompié de turno como ha sucedido en otras ocasiones.

Llegados a la avenida de Daganzo, la masa ciclista circula por carril interior de la rotonda, después de varias vueltas consigue hacerse paso en dirección al puente que cruza la vía férrea, sorprende el descenso repentino del tráfico a motor, circunstancia que se aprovecha para encarar con solvencia la primera intersección por la avenida complutense.

Por segundo mes no se dispone del sound system por una avería en las baterías, por lo que el cante se hace sentir gentileza de algunos de los participantes a expensas de tener el equipo de sonido reparado para la próxima ocasión.

Se regresa al casco histórico por su cara norte rumbo a Reyes Católicos, en esta misma avenida sucede una de las anécdotas de la jornada cuando un turismo adelanta a la formación ciclista que espera en un semáforo en rojo. Unos instantes después, un vehículo de la policía alcanza y da el alto al automovilista; al pelotón apenas le queda espacio para pasar uno a uno delante de este repentino escenario. 

Doblando por el Paseo de los Curas decidimos hacer una pausa a la vera de la Puerta de Madrid, uno de los accesos principales a una ciudad en la que hace medio siglo todavía circulaban por sus adoquines más bicicletas que coches. Otras conversaciones surgen antes de afrontar unas últimas pedaladas hasta la Plaza de Cervantes, caso de una mesa de movilidad en donde el equipo de gobierno local se ha centrado en la remodelación de las líneas y el cambio de estación de buses, quedando aplazados aspectos como la accesibilidad o los medios de desplazamiento no contaminantes.

Nos vemos sobre ruedas en la siguiente edición del miércoles 26 de marzo, último mes con horario de invierno para dar junt@s la bienvenida a la primavera.